dimarts, 18 de febrer del 2014

Un juez envía a prisión a un hombre por tráfico de drogas en Tavernes.

Diez denuncias y un detenido por tráfico de drogas fue el resultado de una operación policial que tuvo lugar la noche del viernes en varios bares y locales de Tavernes de la Valldigna. El individuo, que pasó ayer a disposición judicial, ha ingresado en prisión provisional. Varios efectivos de la Guardia Civil se personaron en un bar y un pub del Passeig Colon de la capital de la Valldigna para realizar una intervención contra el tráfico de drogas. Los resultados del dispositivo fueron evidentes. Se instruyeron diez denuncias por tenencia ilegal de estupefacientes y se produjo la detención de un varón acusado de un supuesto tráfico de drogas. Fruto de la inspección en los locales, se produjo la detención. Según ha podido saber este rotativo, en casa del detenido se decomisaron 220 gramos de cocaína, más cierta cantidad de heroína, marihuana y hachís.
Al parecer en casa del detenido había varias bolsas con la droga y tenía todos los elementos para manipular y cortar las sustancias para su posterior menudeo. El detenido por el supuesto delito tenía su residencia en la calle Ausias March de Tavernes. Hasta allí se desplazaron los agentes de la Benemérita y localizaron el grueso de la droga. Esta es la segunda operación en pocos meses que se produce en Tavernes contra el tráfico de drogas en locales de la ciudad. En ambas operaciones se han interpuesto una veintena de denuncias por delitos contra la salud pública. Una de las personas presentes en el bar comentaba a LAS PROVINCIAS cómo fue la operación. «estábamos tan tranquilos y de repente vimos llegar cinco o seis patrullas de la Guardia Civil. Nos hicieron entrar en el bar y registraron a varios de los presentes. La policía se fue rápidamente al baño y directamente fue a interceptar al detenido que salía del aseo».
Robos en Xeresa y la Vall
Por otro lado, hace un par de semanas también hubo actos delictivos en la Safor, concretamente dos robos. Uno de ellos tuvo lugar en un bar de Xeresa y el otro en una casa de campo de Tavernes. En el primero de ellos, los cacos se introdujeron por la fuerza en un comercio hostelero de Xeresa con el fin de robar.
Los amantes de los ajeno se confiaron y decidieron darse un lingotazo en el establecimiento. Una cosa lleva a la otra y al final fueron sorprendidos en pleno robo, con los vasos llenos y las botellas casi vacías.
En Tavernes, a finales de enero, pasó un caso que guarda cierta similitud por la torpeza de los ladrones. Eran las 18 horas cuando una patrulla de la Guardia Civil inspeccionó una caseta en el Camí Hort de Molí, cerca del motor de Tonet. Al parecer habían visto merodeando en el lugar a dos individuos con una sospechosa furgoneta blanca. Llegando al lugar, la Benemérita se cruzó con este vehículo y le dio el alto. Dos individuos con afiliación en Oliva eran quienes ocupaban el vehículo. Resultaba extraño ver a dos vecinos de otro municipio a esas horas de la tarde en un camino rural. Tras una inspección ocular de la caseta cercana, se vio que se había forzado la entrada del inmueble, y se habían dejado objetos preparados para su robo. Lo rocambolesco es que los ladrones, en su huida, se dejaron la bandolera en la caseta. Ambos se enfrentan a un supuesto robo con fuerza en tentativa. Los cuerpos de seguridad dieron con ellos, pero su olvido les hubiera delatado tarde o temprano.
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