Un juzgado de lo penal de Gandia ha decretado 23 meses de prisión para los dueños de un horno de Real de Gandia donde un empleado perdió un brazo. Se les acusa de delito contra los derechos de los trabajadores, imprudencia grave y contratación ilegal. Los dos hermanos dueños del horno donde un empleado ilegal perdió un brazo en mayo de 2009 han reconocido y han aceptado cumplir la condena de 23 meses de cárcel. La indemnización a la víctima ya fue abonada en su día por la aseguradora. Los hechos se remontan a la madrugada del 28 de mayo de 2009, cuando el trabajador Franns Rilles, en situación irregular en España, trabajaba sin contrato y sin estar dado de alta en la seguridad social. El empleado estaba manipulando una máquina amasadora espiral, sin haber recibido ningún curso y ninguna formación de los riesgos que corría en su utilización, según se indica en la calificación fiscal. El hombre sufrió un accidente laboral al verter la levadura en el interior de la amasadora con la rejilla retirada, lo que le ocasionó la amputación traumática del miembro superior izquierdo por encima del codo.
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